Un clásico que huele a invierno, a hogar. La abuela de mi madre las preparaba en el horno de leña, después de haber hecho el pan, cuando bajaba de temperatura y con el calor residual, sin alimentarlo. Mi madre en el horno y yo ahora en mis ollitas lentas

A mí me gustan muy hechas, que se abran y se "desparramen", que al comerla parezca compota. Si quieres rellenarlas, por ejemplo de crema, te recomiendo que las dejes más enteras.

Humedecemos ligeramente una hoja de papel de horno y la arrugamos. Ahora es más fácil adaptarla a la cubeta.

Lavamos y secamos las manzanas. Quitamos el corazón

Las colocamos encima del papel. Echamos una cucharadita de azúcar vainillado encima de cada una de ellas y metemos en el agujero el trozo de canela

Ponemos de 2 a 2 horas y media en alta, según nuestras preferencias

Acabado el tiempo las sacamos, con ayuda del papel, y esperamos a que estén tibias y listas para comer.

Yo las presento sacando la ramita de canela, a modo de rabito de la manzana, con una cucharadita de azúcar moreno por encima que quemo con el soplete de cocina

Pero las puedes comer tal cual salen de la olla.

Te recuerdo que hay muchas recetas guardadas para cocina lenta, en el álbum correspondiente, en mi grupo de Facebook. Estás invitado